Reflexivo y prudente, Martin se parece bien poco a su hermanita: la aventura no lo atrae para nada, aunque haría cualquier cosa para proteger a Rebecca y alejarla de cualquier apuro: ¡hasta afrontar las situaciones más terroríficas en su lugar!
Con sus gafas y smartphone siempre a mano, Martin tan solo tiene 10 años pero su actitud es ya la de un perfecto intelectual. De hecho, solo cuando encuentra una explicación científica a los misterios que envuelven a las criaturas de Fogville, Martin puede vencer sus miedos.